Los seres humanos nos pasamos la vida buscando la felicidad y evitando el sufrimiento.
Pero, ¿verdaderamente lo intentamos? ¿Hacemos todo lo posible para alcanzar esa felicidad que tanto anhelamos? Me explico… He conocido muchas personas desgraciadas, insatisfechas con su vida, que con el tiempo han descubierto qué era lo que fallaba; sabían que tenían que tomar decisiones importantes y cambiar hábitos para salir de la jaula donde se sentían atrapadas, pero ni siquiera lo intentaban; preferían la “falsa comodidad” de su zona de confort. Algunas por pereza, otras por costumbre, por falta de voluntad, unos cuantos por ignorancia… la cuestión es que, a pesar del sufrimiento que arrastraban, no se movían de ahí.
Si quieres que tu vida cambie tienes que moverte en alguna dirección, tomar decisiones; no puedes pretender transformación alguna si continuas haciendo las mismas cosas día tras día, ¿no crees?
Piensa en cómo te gustaría sentirte… Puedes comenzar por crear hábitos, introduciendo poco a poco algún cambio en tu vida que te encamine hacia ese estado de ánimo deseado.
Aquí te dejo alguna idea; te propongo 8 hábitos que mejorarán rápidamente tu bienestar:
Sonríe más
La sonrisa nos genera bienestar físico y mental, nos conecta positivamente con los demás y nos acerca a un estado de plenitud que nos mantiene vivos, alegres y optimistas.
Rodéate de personas que transmitan felicidad y practica la sonrisa; Siempre se ha creído que sonreíamos porque estábamos felices, pero numerosos estudios han demostrado que esta relación funciona de manera bidireccional. Es decir, si sonreímos es mucho más fácil que acabemos sintiéndonos felices.
Practica la gratitud
Parece que la palabra “gracias” no está muy presente en los tiempos que vivimos; hoy en día aumenta la queja, la insatisfacción, el enfado… Todos nos quejamos de lo que no tenemos y se nos olvida dar las gracias por todo lo que tenemos. Si lo pones en la balanza, te darás cuenta de que hay más para agradecer de lo que pensabas.
Cuando agradeces sinceramente por lo que tienes, una sonrisa aparece en tus labios. Tus pensamientos en ese momento son positivos y eso crea emociones positivas.
Date permiso para sentir lo bueno y agradecerlo. Es verdaderamente saludable.
Se tú mismo. No te compares
Eres un ser único e irrepetible. Tendrás defectos, pero también muchas virtudes.
Hoy en día la autenticidad brilla por su ausencia. A menudo nos vemos condicionados por factores externos y por personas a nuestro alrededor que nos impiden ser nosotros mismos y no es fácil ser genuino.
Ten claro que nunca le caerás bien a todo el mundo, así que atrévete a ser tú mismo; es muy liberador.
Haz algo bueno por alguien
Cuando haces algo bueno por alguien recibes más de lo que das; saber que ese pequeño detalle por tu parte puede alegrar el día a otra persona produce una satisfacción inmensa, sobre todo si el que lo recibe está necesitado. Ofrecer un abrazo, una conversación, acercar la compra a tu vecino, dedicar una sonrisa, regalar lo que te sobra a quien lo precise, hacer un favor… tampoco hacen falta grandes heroicidades. Cualquier pequeño gesto de generosidad puede producir una gran satisfacción.
¿Te has parado a pensar cómo sería nuestro mundo si todas las personas hiciésemos cada día algo bueno por alguien? No cabe duda que un mundo mucho mejor.
No te quejes
Encerrarte en la dinámica de queja es contraproducente y además muy peligroso. Todos en algún momento hemos utilizado la queja como desahogo o válvula de escape; a veces nos hemos escondido detrás de ella para recibir mimos y atenciones… Tenemos que tener cuidado cuando empezamos a convertirla en una costumbre porque nos enfoca demasiado en lo negativo y nuestro estado de ánimo va decayendo. La queja no resuelve nada y además disminuye nuestra vitalidad.
¿Te has parado a pensar alguna vez en lo afortunado/a que eres? ¿En todo lo que tienes? Y sin embargo tenemos la mala costumbre de quejarnos por casi todo… que si el calor, que si el frío, que si ahora llueve, pero qué viento hace, mira que gritan esos niños, pero cuánto tardan en servirme, me han quitado la plaza del parking, es que dejas todo por el suelo… ¿te suena?
Asi que vamos a procurar quejarnos un poquito menos y a disfrutar más, que seguro tenemos cosas más bonitas en las que enfocar la atención.
Cuídate y muévete
La actividad física tiene numerosos beneficios tanto a nivel físico como mental. Cuando practicamos ejercicio se liberan en nuestro cuerpo ciertas sustancias químicas llamadas endorfinas que mejoran nuestro estado de ánimo. Simplemente caminar ya provoca cambios a nivel mental mejorando trastornos como la ansiedad o la depresión.
¿Eres de los afortunados que pueden tomar contacto con la naturaleza mientras practican ejercicio? Seguro que esta conexión provocará mayor sensación de bienestar, además, pasar tiempo al aire libre hace que absorbamos vitamina D tan importante para los huesos, mejorar nuestro estado de ánimo y como apoyo a nuestro sistema inmunitario.
Vive el ahora
Nuestra mente viaja continuamente al pasado y al futuro provocándonos tristeza, enfado, ansiedad, preocupación…
Lo que pasó ya es historia y hay que pasar página; lo único que puedes hacer con el pasado es aprovechar las experiencias para aprender de ellas y mejorar en el presente. Pero déjalo ir…
Y sobre el futuro… ¿quién sabe lo que va a pasar mañana? Vive tu presente acorde a lo que quieres llegar a conseguir en el futuro, porque el futuro se construye paso a paso, desde el ahora.
Concentra tus energías para hacer frente al desafío de cada momento. El único tiempo que puedes vivir es el presente. Vívelo con plenitud, amando de manera comprometida lo que haces, a quien eres, a quienes te aman, a quienes te rodean…
No eches a perder con resentimientos ni enfados el día de hoy. Vive y disfruta del placer de cada segundo, de cada minuto, de cada hora, amando, compartiendo y sonriendo.
Cuida tus amistades
Quien tiene un amigo de verdad tiene un tesoro. Si tienes la fortuna de contar con personas que te quieren y te hacen sentir bien, no las descuides. Haz un hueco en tu agenda y disfruta de ellas. Mejorará tu salud emocional y tu bienestar físico y mental.